Eyacularé
sobre la oscura boca
del silencio
el semen de todas
mis necesidades.
Soy adicto
a las verdades
que hieren
con sus vicios
inalcanzables.
He muerto
miles de veces
en mis asedios
para resucitar
al tercer día.
miércoles, 5 de agosto de 2009
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4 comentarios:
Morir y resucitar al tercer día casi se nos convierte en costumbre, de tanto como lo hacemos, pero ojo, nunca nos acostumbramos.
Y esa adicción, no es cara pero sí la más cabrona, jeje
Salud, hermano.
He muerto
miles de veces
en mis asedios
para resucitar
al tercer día.
y se sigue adicto a la verdad y a la vida, aunque cueste.
exxxxcelente, compañero EmilínVip.
Abrazo grande, pruno y adicto!
Como Fénix, la palabra te renace.
Abrazotes
MArian
he aquí el bastardo que escupe tinta sobre mis párpados...abrazo fuerte socio...
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